En una apuesta a reencontrarnos con sus historias, imágenes, sonidos e imaginarios el festival recorre su obra a partir de fragmentos. Momentos del cine de dos grandes directores que han marcado la escena nacional. María Luisa, una de las primeras realizadoras argentinas, que visibiliza la desigualdad de clases y de género, que propone una política de la imágen con personajes femeninos que tensionan el mundo y la cultura que las rodea. Favio, un cineasta comprometido con su tiempo, que se convierte en vanguardia popular a partir de sus relatos y sujetos/as. Las acciones de ambos, representan una lucha incansable por una imagen que promueve identidades amorosas al mismo tiempo que combativas.
La directora y el director se cruzan en este espacio también en el legado que han dejado en quienes siguen produciendo, en las batallas que las jóvenes retoman como bandera, en la necesidad de visibilizar la desigualdad, en hacer foco en los detalles de nuestra tierra. Miss Mary (1986) también está en la historia de Otra Semilla (2022) que narra a la familia Etchevehere, Camila (1984) marcha en el imaginario Con la fuerza del río (2022) de muchas de las películas dirigidas por mujeres. Juguetes (1978) sigue estando vigente si paseamos un rato por La Rural. El Dependiente (1969) es quizás varios de los personajes que circulan por los cortometrajes de América latina, pero también Piolín de Crónica de un niño solo (1960) sigue siendo la historia de muches. El Aniceto, la Lucía y la Francisca siguen bailando en cada historia del pueblo.
Por la conciencia del archivo como memoria de ese andar entre el fílmico, el vhs y el digital. Por el legado de María Luisa Bemberg y de Leonardo Favio. Por un mundo que tenga en su retina una ceremonia del cine, un ritual de la imagen, una justicia poética.
¡Bienvenides al FESAALP 2022!